Parece que fue ayer, pero hace ahora quince años, allá por abril de 1994, que un par de ingenieros empezaron a picar código para crear un nuevo navegador, Opera, con el que querían superar algunas de las limitaciones que tenían los existentes por aquella época.
Quince años después, esa semilla que plantaron se ha convertido en un navegador estupendo que podemos encontrar en multitud de plataformas, desde ordenadores convencionales hasta teléfonos móviles, pasando por consolas de videojuegos o reproductores multimedia.
Es, probablemente, el escritorio donde menos cuota de mercado tiene Opera, aunque sus usuarios no lo cambiamos por ningún otro navegador, tanto por sus prestaciones como por su velocidad. Ha conseguido, eso sí, popularizar una serie de funciones que ahora damos por hechas en cualquier navegador.
La primera beta de Opera 1.0 estuvo lista hacia finales del año 1994 y se hizo la primera demostración pública en abril de 1995, durante la WWW conference. Por aquel entonces, el interfaz estaba basado en múltiples ventanas, permitía ser usado con el teclado e implementaba cache de las páginas en RAM y control de imágenes por ventana.
Hasta entonces, Opera había sido un navegador de pago, requiriendo una licencia para su uso.
Como muchos años antes, fue una revisión, la 5.1 la que trajo importantes novedades, entre ellas una de las que me resultan imprescindibles hoy en día, los gestos con el ratón.
2 comentarios:
A pesar de ser un buen navegador, no cambio el mozilla.
Saludos,
Orson Reja
muy buen navegador.
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